A día de hoy, el fútbol sala quizás sea uno de los deportes
que más está creciendo, tanto a nivel deportivo y de competición, como en
popularidad. Pero esto no ha sido siempre así. El fútbol sala ha estado
infravalorado durante mucho tiempo, considerándose como un deporte inferior, el
cual permanecía a la sombra del que para muchos es su “hermano mayor”, el
fútbol.
En realidad, el fútbol sala nació como una adaptación del
fútbol a un espacio menor, pero esa adaptación trajo consigo una serie de
modificaciones que dotaron al fútbol sala de una identidad propia, y que
convirtió a este deporte en uno de los deportes más magníficos que podemos
observar hoy en día.
En el fútbol sala se combinan a la perfección los dos focos
principales de cualquier deporte de equipo, el foco-táctico y el foco-técnico.
Los jugadores de “futsal” destacan por su gran capacidad técnica y por su
habilidad en los movimientos con o sin balón. Pero dado que las dimensiones del
terreno de juego no son muy grandes, es muy raro ver en un partido de fútbol
sala, como un jugador inicia una carrera dejando atrás a un sinfín de rivales,
y culminando la misma en gol. Por lo tanto, en el fútbol sala es muy importante
la técnica, pero más importante es la táctica. El trabajo táctico de un equipo
puede decantar un partido a su favor, o por el contrario, decantarlo hacia el
lado rival. Casi todo lo que vemos en un partido de fútbol sala es táctico,
desde un córner, el saque de una falta, hasta la misma circulación de balón, la
cual está supeditada a un trabajado sistema de rotaciones y movimientos.
Está unión de los aspectos técnicos y tácticos, hacen del
fútbol sala un deporte tan completo y tan fantástico. Un deporte agradable de
ver para los amantes del análisis, o para los que simplemente quieren ver
espectáculo. Los partidos de fútbol sala son partidos trepidantes, con emoción
y con goles. Cada día, los pabellones están más llenos. La gente comienza a
interesarse y a formar parte de este mundo, pero por desgracia, aún queda mucho
por hacer.
Los patrocinadores, televisiones y demás, no se vuelcan con
totales garantías con el fútbol sala, e incluso la misma gente que está dentro
de este gran deporte, no acaban de implicarse de manera definitiva. Cuesta
mucho ver como este deporte no tiene todavía la categoría de deporte olímpico,
pero poco a poco, lo conseguiremos.
Las escuelas de fútbol sala comienzan a crecer y hacerse más
numerosas. La gente practica cada vez más este deporte, y esa es la mejor forma
de hacerlo crecer y de elevarlo a la categoría que se merece.
Carlos Garrido Marqueño (@carlos_vianos).
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